El 30 de mayo de 1962 , comenzó en Chile el Mundial de Fútbol de la FIFA, una fiesta universal que reunió a las mejores selecciones del orbe, aunque el gran favorito era el indiscutido campeón defensor, Brasil, que además tenía al mejor jugador del planeta: Edson Arantes Do Nascimento, Pelé. El astro de la verdeamarela apenas tenía 21 años cuando vino a nuestro país y era considerado como el mejor jugador de la época, aunque Garrincha no se quedaba atrás en talento y popularidad. Ambos habían sido claves en la conquista de la primera Copa del Mundo para Brasil en Suecia 1958, en esa recordada final que terminó 5-2 ante los anfitriones . De hecho, esa imagen de Pelé llorando, tras haber sido figura con dos goles, había dado la vuelta al mundo. Además, sus grandes actuaciones con Santos habían catapultado aún más su fama , sobre todo a nivel continental. Ese mismo año, el equipo paulista era el mejor de América y estaba encaminado a conquistar la Copa de Campeones, hoy Copa